Matemáticas

miércoles, 7 de agosto de 2013

Salzburgo

Hace poco, alguien me describió Salzburgo como una tarta excesivamente adornada, y aunque el símil se acerca bastante a la realidad, sí es cierto, que aparte del excesivo afán de sus habitantes por resaltar lo pintoresco, habiendo convertido la ciudad en algo demasiado turístico, el enclave y la estampa de la cuna de Mozart bien merecen una visita, al menos de un fin de semana. Su original y enigmático castillo domina el valle donde reposa la ciudad, surcado por el majestuoso río Salzach, y desde donde se aprecia en toda su plenitud su hermoso conjunto arquitectónico. 








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